Mi orgullo personal!

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jueves, 12 de marzo de 2009

Si querés ser un verdadero radioaficionado, tenés que ser LU

Como no podía ser de otra manera, luego de salir unos días con mi equipo y desde casa, me comprometí a acceder a una licencia de radio, que me permitiese hablar sin problemas o burlando a la ley.
No sabía mucho del asunto, más de lo que había tratado el tema en la escuela; así que consulté a unos colegas al respecto. Pronto uno de ellos me conectó con otro colega, que se encargaba de hacer los trámites, así que en poco tiempo; me otorgaban una licencia comercial de Banda Ciudadana.
Cuando este amigo me citó a su casa para entregarme la documentación; me convidó con un café y charlamos un rato muy largo. Primero me interrogó para que quería la radio, que había hecho desde entonces con ella y muchas otras cosas. Yo contestaba como de costumbre, solo la verdad.
Me escuchó largo rato y luego dijo algunas cosas que habrían de cambiar el rumbo de mi vida. Entre esas cosas, me felicitó porque me había preocupado por hacer las cosas legalmente y me dio un largo sermón sobre que se hacía mal en la BC.
Me auguró buenos momentos y mucho progreso, me asesoró sobre las QSL y que se yo cuantas cosas más. Pero, al despedirme, dejo flotando algunas palabras que me tendrían intrigado mucho tiempo.
Lo último que dijo fue. Si vos querés ser un verdadero radioaficionado; tenes que ser LU.
Que me habrá querido decir con ello, por que lo dijo, como se hará y miles de preguntas más rondaron día tras día en mi cabeza. Cuando preguntaba a los colegas, muy pocos me decían algo coherente al respecto.
Cierto día nos cruzamos con un amigo, que se llamaba Roberto Estación Gualeyán. El salió al aire con su estación y siempre se había preocupado por aprender algo más sobre el tema. No importaba que decían o hacían los colegas en la frecuencia, el era un señor.
Una noche, cuando la madrugada golpeaba la puerta de las estaciones; me saco el tema de la actividad de radioaficionados LU. Él había estado preguntando a unos conocidos y todo indicaba que para ser un nuevo cultor de ese tema, teníamos que realizar un curso en un radio club.
Me comunicó que se encargaría de lograr más datos y nos despedimos hasta otro día.
Solo dos noches depués, me llamó he informó que el Radio Club Quilmes LU4DQ, estaba por abrir las inscripciones para un nuevo curso de radioaficionados y que deberíamos llegarnos a la sede del mismo a charlar. Así que para el otro día, el me buscaría y juntos nos iríamos a ver que pasaba.
Esa noche se sumó mi hermano Ruben Los Millonarios, que se había enganchado con la radio meses antes y que estaba dispuesto a hacer, también las cosas de modo legal.
Grande fue mi sorpresa cuando al ingresar al club, nos recibe el mismo colega que unas semanas antes mientras me entregaba la licencia comercial; había dicho eso de Si querés ser un verdadero radioaficionado; tenés que ser LU. Él mismo asombrado me abrazaba y daba la bienvenida, a la vez que volvía a augurar muy buena actividad.
Solo pasaron unos minutos y llamó a varios colegas de la institución para presentarnos. Y como no podía ser de otra manera, quedamos enganchados en el curso para novicios.
Tres meses después, me entregaban en un sencillo y modesto acto, mi flamante licencia de operador radioaficionado LU7EVU.
Fue esa fecha 31 de enero de 1986

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